Tras la vuelta de las vacaciones nos hemos encontrado con la incertidumbre generada por la pandemia del coronavirus como acelerador de cambio.
En el escenario actual adquiere un papel importante la comunicación en todos sus ámbitos y canales. Pero, en especial, adquiere gran relevancia la comunicación interna, en concreto, en aquellas empresas que se hayan visto afectadas por una situación de ERTE.
Por ello, la comunicación rápida, concisa y clara con los empleados, proveedores, socios y clientes es urgente.
¿Qué comunicar? y ¿Cómo comunicarlo? supone un difícil reto para el empresario. Pero, la comunicación nunca duerme… si no se aborda en el momento oportuno, con estrategia y con un plan establecido, ese vacío lo llenará los rumores y las fake news, y entonces la falta de motivación estará servida.
A pesar de vivir un momento de incertidumbre para todos, a estas alturas las empresas tienen la obligación de haber marcado una hoja de ruta con distintos escenarios para garantizar transparencia, seguridad, sensibilidad y confianza en su entorno.
Por supuesto, en el caso de los empleados, la información sobre la regulación de los ERTE y cómo afectará a cada uno de los trabajadores y trabajadoras será fundamental, pero también lo serán todos los aspectos relacionados con la seguridad e higiene en el trabajo, e incluso la forma en la que se notificará los posibles casos de coronavirus dentro de la organización y qué protocolos se activarán.
De cara a los proveedores, habrá que trasladarles información sobre su continuidad presente y futura con la mayor claridad posible para eliminar, por una parte, la posible incertidumbre y, por otra, para que puedan abordar nuevos proyectos si fuera necesario.
Los accionistas, por su parte, no pueden ver mermada su confianza en la empresa más allá de lo comprensible, dadas las circunstancias, así que habrá que ofrecerles comunicación transparente, basada en datos que aporten claridad y credibilidad.
Por último, nuestros clientes. Aquí se pone en marcha la comunicación externa, con mensajes adaptados a los diferentes canales de comunicación.
Habrá muchas formas de poner en marcha el plan establecido, cada empresa adoptará una estrategia distinta en función de su situación y necesidades, lo único que no será válido será “no hacer nada”.
En la situación actual, las empresas que hayan apostado por LA MARCA habrán revisado su propósito y su propuesta de valor, y de la misma forma que han marcado una nueva hoja de ruta en la comunicación con sus públicos internos, lo han hecho en el ámbito de la comunicación externa.
Y ahora, en este escenario de “nueva normalidad” es el momento de aplicar lo aprendido, de redefinir significados y afrontar nuevas formas de comunicación.
Sin duda, es momento de apostar por LA MARCA. Por una marca que el momento le pide que, para ser relevante debe ser resiliente, auténtica, comprometida, empática, responsable y, cómo no, digital.
¿Está la comunicación de tu empresa en “MODO COVID”?.
Rosana Alcayde.
Brandpress. Periodista. Comunicación estratégica & PR.
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